El grupo VIVIR CON VOZ PROPIA fomenta el voluntariado para ayudar en la crisis sanitaria provocada por el COVID-19
El confinamiento obligado por la crisis del coronavirus ha aislado en sus domicilios a muchas personas que en estos momentos necesitan cuidados y compañía, y no solamente en situación de dependencia. Se trata de mayores autónomos, pero también adultos y jóvenes solos, que han visto alteradas sus rutinas habituales drásticamente y quizá estén echando en falta una mano o una voz amiga que les dé un impulso para seguir adelante. Es una de las preocupaciones que asaltan estos días a Vivir con voz propia, un colectivo gasteiztarra integrado por vecinos de ámbitos diversos que viene trabajando desde hace años en la construcción de una ciudad compasiva.